martes, 6 de enero de 2015

Música alta.

Todo siempre me ha fallado,
el mundo me dejaba sin respiración,
me daba ganas de morir,
pero no lo hice por de madre amor.
Un día el mundo decide cambiar,
acecha de nuevo la felicidad,
y justo cuando está a punto de llegar,
la ansiedad ocupa su lugar.
Ahora sólo quiero escuchar música triste,
música que nadie puede entender,
música que a nadie le gusta,
música que me permite retroceder.
Ver historias de amor en la televisión,
caminar por la calle y que todo el mundo esté unido,
¿y qué hago yo aquí llorando por su amor?
¿por qué estoy completamente solo?
¿por qué nadie viene a buscarme?
Pido un rescate.
Los vecinos protestan,
la música está demasiado alta,
llaman a la puerta y nadie contesta,
¿habrá alguien en casa?
¿habrá alguien vivo en casa?