lunes, 30 de junio de 2014

Gritos al viento.

Una mirada,
una caricia,
una palabra,
todo cambia,
hasta la cosa más minúscula.
Quiero que te fijes en mí,
no sé cómo conseguirlo,
la ansiedad empieza,
te deseo a mi lado,
todos los días,
nunca ocurrirá,
pero sigo esperando,
no me canso,
ni con más de mil rechazos.
Deja un beso en mí caer,
sobre mi mejilla si tú quieres,
limpia mis lágrimas,
cura mis heridas,
hazme sentir una persona viva,
provoca que este cadáver,
vuelva a cobrar vida.
La noche me escucha llorar,
el amanecer escucha mis deseos,
todos llevan tu nombre,
eres lo único que de verdad me importe,
lo sé por todo lo que estoy sufriendo,
si no estoy contigo yo muero,
muero roto como un pequeño hielo,
muero solo sin haberte dicho te quiero.
Me atacan las paredes de mi habitación,
son las únicas que conocen mi secreto,
pues lo digo por cada rincón,
te quiero.
Sin ti no soy nada,
sin ti no esto vivo,
sin ti soy pequeño,
tú me harías grande,
provocando mil sonrisas
y cerrando diez mil heridas.
El aire me escucha gritar,
grito por ti cuando estoy solo,
grito para que un Dios te enamore de mí,
aunque solo logro un día más triste,
más que el anterior,
menos que el siguiente,
demasiado difícil se me está haciendo quererte.


jueves, 19 de junio de 2014

Eterno sueño.

Mi cuerpo sufre,
yo me agoto,
sin respuesta,
sin descanso,
sin ti,
sin confianza,
con complejos,
aunque parezca que se van,
siempre volverán.
Aire no encuentro,
apenas respirar yo puedo,
necesito una salida,
escapar es mi deseo
y que tú vengas conmigo.
Mi felicidad se marchita,
continuar ya no puedo,
me encuentro mal,
quiero que algo lo haga parar.
Acaricio el piano,
música a mis oídos,
toco las teclas con mucho cuidado,
entonces ellos se van,
aunque luego la melodía cesa
y los problemas vuelven,
atacando mi herida,
una esperanza perdida.
Cristales brotan de mis ojos,
color sangre por todas partes,
el negro me cubre sin descanso,
me siento impotente,
a mi lado no puedo tenerte.
El sol aparece de vez en cuando,
pero la tormenta siempre vuelve,
tarde o temprano,
pero siempre acabo empapado.
Ahora solo quiero dormir
y desear lo de todas las noches,
que me abraces,
como no es posible,
esta vez soy más listo,
me limito a dormirme,
nadie jamás podrá hacer que me despierte,
así en un eterno sueño yo podré tenerte,
para siempre.


viernes, 6 de junio de 2014

Pensándote.

Miedos a mi alrededor,
la paciencia se oxida,
solo quiero saber una cosa,
si me piensas todos los días,
yo lo hago,
a todas horas,
una extraña sensación escalando el estómago,
no me permite llorar,
no me permite reír,
solo amarte para siempre y más.
Si ciego me quedo,
que se apaguen las luces,
solo yo quiero mirarte,
ser la persona que mejor conozca tu rostro,
ser la única persona que logre encontrar tus besos.
¿Y si me haces daño?
Yo me muero.
¿Y si no te gusto?
Me destrozas.
¿Y si te doy asco?
Me suicido.
Inseguridades por mis venas,
de la mano de la sangre,
miedos por mis entrañas,
heridas incurables,
tú siempre en mi mente
y yo siempre cuestionándome.
Desearía escribirte mil canciones,
mil poemas,
escribirlos por tu piel,
que no se borren jamás,
como mi amor por ti,
hasta la eternidad.
Se me corta la respiración,
mariposas dentro de mi cuerpo,
un nudo con tu nombre me rodea el corazón,
algunos lo llaman obsesión,
yo lo bebo como amor.
Te tengo miedo,
me tengo miedo,
temo tu rechazo,
temo mi reacción,
muero por tus brazos,
éstos a mi alrededor,
salvándome del mal amor.
Por favor,
ven corriendo,
ven aquí,
abrázame
y dime que me piensas tanto como yo a ti.

martes, 3 de junio de 2014

Obsesión.

En tu mirada me perdí,
tus besos quise probar,
sin saber de ti de repente te quise,
deseé tu pelo acariciar,
todo eso y más cuando te conocí,
un sueño del que nunca quise despertar.
Te espié a escondidas,
muriendo porque tu estuvieses haciendo lo mismo,
queriendo conocer tus caricias,
sabiendo que para amarte ya estaba listo
y deseando provocarte sonrisas.
Lloré del miedo,
miedo de no gustarte,
miedo de que otro te gustase,
miedo de no ser suficiente,
miedo de llegar a amarte,
miedo de que tu no llegases.
Ideas locas rondaron mi cabeza,
creí que tú ya me odiabas
y ni siquiera te había vuelto a ver,
pensé que conmigo no soñabas,
para tranquilizarme tomé un café,
de nada sirvió,
comprendí que me estaba obsesionando,
que no era normal que en ti tanto pensase,
pues eso me estaba haciendo un terrible daño.
Olvidé todo y a todos,
empecé a pensar solo en ti,
pues creía verte por todos lados,
tú nunca estabas,
yo ya moría,
tú no lo hacías,
pero era lógico,
pues solo habían pasado dos días.